Encontrar pareja en internet no es tan bonito y sencillo como te lo venden en los anuncios. Ni está todo lleno de chicos guapos, cultos y ricos, ni decir la verdad funciona siempre. Muchas veces las páginas y portales de citas te encuentran medias naranjas que bien podrían ser limones.
La clave está en dar con la aplicación adecuada (en mi caso he probado Shakn) que consiga reunirte con una pareja medianamente decente. Basada en mi experiencia, hago una enciclopedia de tipos raros con los que los portales de citas me han emparejado:
-Los del complejo de edipo. Sí, mamá, mamá, mamá, y luego mamá. Si os encontráis con un tipo así, salid echando leches de allí: nunca os querrá más que a su madre. Cuanto antes lo asumáis, antes ganaréis un tiempo precioso de vuestras vidas.
-Los ninfómanos. Si, al igual que te los encuentras en la barra de un bar, también los encuentras aquí, qué le vamos a hacer. Aquí ya depende de si te apetece o no aprovechar el momento, sabiendo lo que va a venir después: nada.
-Los románticos empedernidos. Flores, velas, poesías, vino y cenas caras. Puede ser muy bonito si te apetece vivir en un cuento de hadas y princesas permanentes, peor para un proyecto de vida termina siendo poco práctico. Cuando detecten que pierdes el interés, irán en busca de otra princesa a la que seducir y conquistar.
-Los pesados - paranoicos. Aquellos con los que aparentemente conectas y te vas a casa súper contenta pensando que todo va bien y te envían un sms (ahora whatsapp) que te pone sonrisa de imbécil en la cara. El problema viene cuando ese sms se multiplica por mil al día, se convierte en llamadas babosas y en empalagamiento insufrible, lo que deja latente una profunda necesidad de no estar solo. Si quieres seguir siendo un ente por ti mismo, huye de ellos.
Y, por último…
-Los normales. Si tienes la suerte de dar con una aplicación de citas en condiciones que verdaderamente te ayuda a encontrar pareja en internet, tendrás la suerte de dar también con esta especie: los chicos normales, del día a día, que te hacen reir, que no te agobian, que son monos y no están locos ni obsesionados con su madre. Aquellos chicos que todas buscamos y que puedes conocer en el trabajo o en una cena de amigos pero que no has tenido la suerte de encontrar en tu día a día. Estos chicos también están en internet, sólo hay que dar con un portal adecuado que te ayude a encontrarlos.
La clave está en dar con la aplicación adecuada (en mi caso he probado Shakn) que consiga reunirte con una pareja medianamente decente. Basada en mi experiencia, hago una enciclopedia de tipos raros con los que los portales de citas me han emparejado:
-Los del complejo de edipo. Sí, mamá, mamá, mamá, y luego mamá. Si os encontráis con un tipo así, salid echando leches de allí: nunca os querrá más que a su madre. Cuanto antes lo asumáis, antes ganaréis un tiempo precioso de vuestras vidas.
-Los ninfómanos. Si, al igual que te los encuentras en la barra de un bar, también los encuentras aquí, qué le vamos a hacer. Aquí ya depende de si te apetece o no aprovechar el momento, sabiendo lo que va a venir después: nada.
-Los románticos empedernidos. Flores, velas, poesías, vino y cenas caras. Puede ser muy bonito si te apetece vivir en un cuento de hadas y princesas permanentes, peor para un proyecto de vida termina siendo poco práctico. Cuando detecten que pierdes el interés, irán en busca de otra princesa a la que seducir y conquistar.
-Los pesados - paranoicos. Aquellos con los que aparentemente conectas y te vas a casa súper contenta pensando que todo va bien y te envían un sms (ahora whatsapp) que te pone sonrisa de imbécil en la cara. El problema viene cuando ese sms se multiplica por mil al día, se convierte en llamadas babosas y en empalagamiento insufrible, lo que deja latente una profunda necesidad de no estar solo. Si quieres seguir siendo un ente por ti mismo, huye de ellos.
Y, por último…
-Los normales. Si tienes la suerte de dar con una aplicación de citas en condiciones que verdaderamente te ayuda a encontrar pareja en internet, tendrás la suerte de dar también con esta especie: los chicos normales, del día a día, que te hacen reir, que no te agobian, que son monos y no están locos ni obsesionados con su madre. Aquellos chicos que todas buscamos y que puedes conocer en el trabajo o en una cena de amigos pero que no has tenido la suerte de encontrar en tu día a día. Estos chicos también están en internet, sólo hay que dar con un portal adecuado que te ayude a encontrarlos.